El Alacrán escala a través del narcotráfico a las más altas esferas del poder militar del país, la violencia y su locura crecen día a día, la destrucción es un acto cotidiano, la mirada de lainfancia sin embargo, lo ve todo como si fuese una película, aunque sin notarlo, las heridas se instalan en el pequeño ser que navega sin percatarse del dolor dentro de un remolino.

El Alacrán blanco estira la violencia hasta romper los límites de la realidad sembrando en Veracruz una sombra de terror. Entre asesinos, tiroteos y golpizas, el terror nos persigue hasta que logramos escapar de él por primera vez.

Entre el surrealismo y el terror, el poder del Alacrán banco crece, para la mirada de un niño, sin juicio, la vida entre la cárcel, las armas, las suites de un lujoso hotel y las mercancíasdecomisadas, es una aventura, pero también comprende que hay puertas peligrosas que es mejor o tocar.


El Tigre es abandonado en casa de su abuela alcohólica y su abuelo paralítico, y en un mundo decadente siempre al borde del colapso, la magia de la mirada del Tigre convierte la torcidarealidad cotidiana en un cuento mágico.

Un capítulo surrealista en donde el Tigre, influenciado por el efecto de la mariguana, que el Alacrán a fumado durante horas, o quizá por el efecto de una realidad que se ha corrompidointerminablemente, encuentra su espacio, conecta consigo mismo para comprender que él no pertenece a esa realidad.

Escondidos en una vecindad, ven aparecer al Alacrán para presenciar un acto devastador. Élintenta asesinarlos con un cuchillo, la madre responde con otro, de la noche al día, en un actosurrealista, cada cual intenta asestar el golpe, la realidad colapsa, el miedo es trascendido. Elsurrealismo cargado de terror se convierte en un acto cotidiano.

Brujería, violencia, terror. Los primeros episodios en donde la locura del Alacrán transgreden los limites de lo posible, tratando de asesinar a la madre del Tigre frente a sus ojos, se imprime una profunda huella de miedo e incertidumbre.

Sometido a meditar en la infancia por horas en la playa, el Tigre encuentra una forma poderosa de enfrentar su realidad, siempre al borde del colapso. Ese hallazgo lo acompaña toda su vida; encontrar el poder del silencio y la magia de elevar la conciencia hasta el punto en que todo lo imposible se hace diminuto.