Bella, rica y de personalidad indomable, María Teresa de Silva atrajo la atención de todos sus contemporáneos. Entre ellos la del pintor más genial de su época, el aragonés Francisco de Goya.
Bella, rica y de personalidad indomable, María Teresa de Silva atrajo la atención de todos sus contemporáneos. Entre ellos la del pintor más genial de su época, el aragonés Francisco de Goya.